Muestre una baraja de cartas con dos agujeros y un palo chino.

Inserte el palo en un agujero de la baraja y, haciéndolo deslizar hacia adelante y hacia atrás, muestre que todas las cartas están perforadas.

Haz lo mismo en el otro hoyo, guarda el palo, baraja las cartas y elige una carta libremente.

El espectador mira su carta, luego la pone de todos modos en la baraja.

En este punto, inserte el palo en un agujero y sosteniéndolo por el extremo, deje que la baraja  cuelgue del palo.

Cubre la baraja con una seda, pregunta al espectador cuál es la carta elegida y… mágicamente la carta saldrá de la baraja. No hay cambios ni forzajes.